Marcha ciclista

Cada uno de mayo, los bañezamos enfilamos nuestras bicicletas hacia el otero de la Virgen de la Lluvia, de la Virgen de Castrotierra. Es una peregrinación de no muchos kilómetros en la que partipan cada año cientos de bañezanos y se preparan para tener agujetas durante la semana después, sobre todo debido al último kilómetro, que se hace cuesta arriba.

La idea se le ocurrió al club ciclista bañezano, organizador del evento, Hoy la organización lleva ya varios años poniendo una cuota de 3 euros. Una cuota que da derecho a un bocata, una o varias sardinas a la brasa, fruta, bebida, asistencia técnica, asistencia sanitaria y asistencia aseguradora. Es cuestión de poner la imaginación a pasear. El resto es tener ganas de pasar un día de romería a la vera del santuario de la Virgen de Castrotierra. La Virgen  que en años de sequía es votada por los Procuradores de la Tierra para pedir en rogativas la lluvia milagrosa.

Con las bicicletas van también andarines o más cómodamente, en coche con todo el utillaje propio de estas romerías de mesas y sillas. A la vez, no falta ningún año uno o dos tamboriles con dulzainas incluidas, para amenizar cualquier jota que romeras y romeros se lancen sobre la hierba recién salidita del largo invierno